
¡Oye, gamberro! Esta vez, les escribí una historia sobre la secretaria Naomi, quien pensó que la habían contratado para servir café y repartir el correo. ¡Obviamente se ha fijado en su propio trasero XXL en el espejo! El amable equipo femenino explicó rápidamente sus deberes: dar la vuelta y agachar...